Las glándulas anales son órganos que se encuentran alrededor del ano de los animales, empleados para la comunicación y envío de mensajes específicos entre los perros, siendo importante el conocimiento de su mantenimiento rutinario y las enfermedades que dicha acción puede evitar.
Localización anatómica y características principales
Las glándulas anales son estructuras de morfología esferoidal localizadas de forma bilateral entre el esfínter externo e interno del canal anal.
La naturaleza histológica de las mismas se basa en la existencia de una zona de epitelio estratificado y queratinizado, y otra glandular compuesta, concretamente, por glándulas sebáceas modificadas1.
Dichas estructuras poseen una función secretora de material lubricante de aspecto marrón-amarillento, textura viscosa y olor característico, cuya liberación se produce a través de los conductos de la glándula que desembocan cerca de la unión mucocutánea del conducto anal, donde se encuentran los sacos anales.
El material contenido en la glándula se libera con el paso de las heces por el canal anal, observándose una funcionalidad con connotaciones conductuales que son percibidas por otros animales mediante la olfacción. Algunos de los objetivos de la liberación del contenido se basan en la emisión de señal de alarma y alerta, marcaje e identificación.
Etiología y manifestaciones clínicas
Las principales patologías asociadas a las glándulas anales abarcan desde infecciones e impactaciones del material contenido, hasta procesos neoplásicos de carácter maligno, así como el desarrollo de abscesos, constituyendo una tasa de incidencia del 12 % en perros. Accede al e-learning de AVEPA para ver casos clínicos.
Los procesos de impactación, infección e inflamación están relacionados con el grado de obstrucción del conducto de la propia glándula, de tal manera que la dieta, calidad del tono del esfínter anal, predisposición racial, presencia de forúnculos anales y la obesidad son factores predisponentes a dichas alteraciones.
La saculitis Anal es una patología infecciosa que tiene una alta incidencia en perros cuyo vaciado del contenido glandular no es adecuado, cuya presencia provoca un dolor agudo a la palpación en el paciente.
Por otro lado, el adenocarcinoma de los sacos anales se presenta con elevada frecuencia predominantemente en hembras de avanzada edad con una probabilidad de metástasis del 50 %.
Los sìntomas que constituyen los cuadros clínicos de estas alteraciones son:
Lamido o mordido excesivo de la base de la cola o el ano.
- Signo del trineo.
- Dolor a la palpación.
- Disquecia.
- Reticencia a sentarse.
- Salida de contenido pastoso de olor desagradable.
Tratamiento
En primer lugar, es imprescindible dejar claro a los propietarios la importancia del cuidado rutinario de los sacos anales del animal, ya que el vaciado periódico de las mismas puede evitar los procesos de impactación e infección.
Una vez obstruido el conducto de la glándula anal es necesaria la realización de una anamnesis exhaustiva para poder identificar los factores predisponentes de la alteración y sus posteriores correcciones. No obstante, existen casos donde dichas causas son secundarias a procesos patológicos de mayor estima o no hay posibilidad de corrección, como es el caso de la predisposición racial.
Si se encuentra en la consulta una saculitis anal se iniciará su tratamiento con un vaciado de la glándula mediante compresión y lavados periódicos de la misma con una sustancia antiséptica, complementado con la administración de antibióticos de amplio espectro combinada con analgesia. En el caso de que se tratase de un caso refractario se tendría que plantear la escisión quirúrgica de la glándula saculectomìa.
Por último, el tratamiento de las neoplasias de los sacos anales se basa en la escisión de la masa e identificación anatomopatológica de la misma en los casos en que la masa esté bien circunscrita y no exista metástasis, complementándolo con medicamentos quimioterápicos.
Conclusión
Las glándulas anales son estructuras que constituyen un método de defensa y comunicación en los perros. Su cuidado rutinario, limpieza y vaciado supone una prevención importante para la disminución de las posibilidades de obstrucción, infección e impactación que suponen un cuadro clínico de malestar y dolor en el paciente.
IMPORTANTE: Este artículo es meramente informativo, en www.PetsChampions.com Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario de tu Confianza en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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