La insuficiencia renal es un trastorno que afecta al riñón y provoca la disfunción del mismo. Se trata de la patología renal más frecuente en el gato y de su principal causa de muerte. Puede presentarse de forma aguda o crónica.

¿Qué es la insuficiencia renal en gatos?

La insuficiencia renal aguda se caracteriza por la disminución brusca y persistente de la filtración glomerular. La isquemia renal (producida por hipotensión, hipovolemia y shock) y la acción de sustancia nefrotóxicas son sus desencadenantes principales. Las glomerulopatías, la hipercalcemia, la pielonfritis, la leptospirosis, la obstrucción urinaria y la diabetes mellitus también pueden desembocar en una insuficiencia renal aguda.  La sintomatología aparece de forma repentina e incluye aquella derivada de la azotemia  y del síndrome urémico.

Se debe de tratar de manera inmediata para evitar la aparición de complicaciones. Se distinguen tres fases: la de inducción (va desde el momento en el que se produce la lesión renal hasta que empieza su disfunción), la de mantenimiento (lesión renal establecida) y la de recuperación.

El tratamiento de la insuficiencia renal en gatos se basa principalmente en la administración de sueroterapia endovenosa para corregir los desequilibrios de fluidos y electrolíticos. Se deben de monitorizar los signos de sobrehidratación, la producción de orina y la presencia de arritmias (derivadas de la hiperkalemia). El pronóstico es mejor en la insuficiencia renal aguda poliúrica que en la oligúrica. Presenta una mortalidad de un 40% o más y en ella influyen la existencia de patología subyacente, la severidad de la azotemia y los signos presentes al inicio del tratamiento.

En lainsuficiencia renal crónica  la disminución de la función renal es gradual y se asocia a una pérdida progresiva de tejido funcional (formado por nefronas). Puede desencadenarse a causa de una nefropatía congénita o adquirida (secundaria a traumatismos, obstrucción, toxicidad, idiopática, autoinmunidad, infección, cáncer o shock con afectación renal) y su incidencia aumenta con la edad, afectando a un 33% de los gatos mayores de 15 años. El periodo de supervivencia del animal una vez diagnosticado es variable, aunque en su mayoría los gatos mueren a los 2 o 3 años de haber sido diagnosticados (se le atribuyen un 3% de las muertes felinas). El inicio en concomitancia con el tratamiento de una dieta renal duplica la esperanza de vida.

La supervivencia varía dependiendo del tiempo transcurrido hasta su diagnóstico y del tratamiento suministrado, por ello es importante realizar analíticas de control para detectarla de manera precoz ya que tarda mucho en dar manifestaciones clínicas. Su diagnóstico se realiza mediante los valores de la tasa de filtración glomerular (TFG): su déficit está relacionado directamente con el aumento de concentración sérica de creatinina estable, con la aparición de proteinuria y la hipertensión. Los valores y variaciones en estos valores son predictores de supervivencia y dirigirán el tipo de tratamiento a realizar.

Actualmente los valores de creatinina sérica se utilizan para estimar la tasa de filtrado glomerular pero se ha evidenciado que las disminuciones leves o moderadas de la TFG son difíciles detectar mediante los procedimientos diagnósticos actuales. La dimetilarginina simétrica (DMAS) es una molécula formada por la metilación de arginina que se libera a la sangre durante la degradación de las proteínas y su excreción en principalmente por vía renal. En diversos estudios se ha comprobado su fuerte correlación con la tasa de filtración glomerular, siendo un marcador más predictivo de ésta que la creatinina sérica, ya que presenta mayor sensibilidad y además no se ve alterada por el exceso de actividad muscular.

IMPORTANTE: Este artículo es meramente informativo, en www.PetsChampions.com Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario de tu Confianza en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.