El manejo nutricional es bastante útil para disminuir los síntomas de las enfermedades gastroentéricas. En esas situaciones hay necesidad de ingestión de un alimento específico, considerando la menor habilidad y capacidad intestinal; esto refuerza la importancia de ofrecer alimentos de elevada digestibilidad y densidad energética.
Una vez que la terapia alimentar se inicia, la probabilidad de éxito en el cuidado de los disturbios gastrointestinales es mayor.
– Proteína de alta absorción: algunos desórdenes intestinales pueden perjudicar la absorción y digestibilidad de la proteína. Los cuadros prolongados de mala absorción proteica pueden acarrear mala nutrición y de esta forma agravar la enfermedad intestinal.
– Tenor ideal de EM: la energía metabolizable tiene relación inversa con la cantidad de alimento a ser ingerido. La restricción en la cantidad de alimento en el manejo nutricional inicial de animales con disturbios gastrointestinales puede ser benéfica, ya que puede prevenir la hipersensibilidad intestinal en el momento en que la permeabilidad de la mucosa se encuentra alterada. Sin embargo, los requerimientos energéticos deben ser preservados. Equilibrio Veterinary Intestinal Gatos – IN colabora con este manejo.
– FOS y MOS: prebióticos son capaces de favorecer la salud intestinal. El FOS, en el intestino delgado, es resistente a la acción de las enzimas intestinales y pancreáticas, lo que le confiere efecto osmótico por su capacidad de retención de agua. El MOS, derivado de la pared de levaduras, modula el sistema inmunológico y la microbiota intestinal.
– Glutamina: a pesar de que la glutamina es un aminoácido no esencial, se considera fundamental para el óptimo funcionamiento gastrointestinal, pues evita la atrofia de la mucosa y reduce los riesgos de translocación bacteriana.
